Todo lo bueno parece que se acaba pronto…y más si es Verano y de estar en una zona en la que el calor se lleva muy bien, con una piscina natural, donde por las noches puedes dormir con la ventana cerrada e incluso con una sábana por encima, donde la relajación se traduce a su máxima expresión (sólo se oye el correr del agua, los pajarillos, algún que otro perro y las voces de la gente del pueblo).
De una ambiente de paz, que he podido disfrutar en un pueblo de Salamanca, he vuelto a la cruda realidad de la ciudad…y es que en Madrid, ahora mismo molesta tanto el calor, como el ruido de coches y de las obras que tengo cerca de casa.
Pero bueno, no queda más remedio que aceptarlo cuanto antes y ponernos a trabajar pensando que sólo quedan cuatro meses para volver a disfrutar de unas vacaciones, las de Navidad!
Espero que a vosotros se os haga más llevadero eso de la vuelta al trabajo!